viernes, 19 de junio de 2009


Eterna tarde de soledades que acompaña al pensamiento y al cuerpo
Acurrucando la melancolía de una habitación fría
lluvia que cae como lagrimas de los ojos
frió que empaña la sonrisa dormida de un cuerpo ya casi sin vida
eterna habitación vacía que emite un eco
que grita por consuelo y compañía
agonía tardía de un ser que no encuentra salida

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