viernes, 19 de junio de 2009



La veo saboreando aquel veneno, y a pesar de lo repugnante que me parece, la tentación es inminente.
No debo comer, no puedo hacerlo...aquello ya no parece ser suficiente para mí;
y sin embargo, sigo colgándome de aquella cuerda floja con la esperanza de alcanzar mi meta.
El sabor es mi enemigo, y también lo son todas las consecuencias que aquello conlleva.
El espejo, el espejo me ayuda a ver la realidad. Una realidad cruda, pero verdadera...
Lo que dicen los demás, los que me acusan de tener la mente distorsionada...
Todos ellos se equivocan. Yo no soy perfecta...Soy demasiado imperfecta como para alguna vez llegar a serlo...
Mi estómago se queja, una y otra vez, por la decisión que he tomado...
Me reta a continuar con agudas puntadas y malestares,
Pero yo no me daré; por vencida.
Ellos no me comprenden. Me miran con ojos asqueados.

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